«El caso es que estoy mal. Posiblemente me esté muriendo», reconoció de forma impactante Sam Neill en el primer capítulo de su autobiografía: «Did I Ever Tell You This? «(¿Alguna vez te dije esto?).
El actor admitió que «puede que tenga que acelerar todo esto», haciendo referencia al cáncer de sangre que sufre. Primero fue la inflamación de unos ganglios durante la publicidad de la película en marzo del año pasado y, después, el diagnóstico de un linfoma angioinmunoblástico de células T.
Al principio recibió quimioterapia, pero al ver que esta no funcionaba, se sumergió en un nuevo fármaco quimioterapéutico mensual, y que es el que continuará recibiendo de por vida.
«No estoy libre como tal, pero no hay cáncer en mi cuerpo», dijo Neill en una entrevista a The Guardian y añadió:»No puedo fingir que el último año no haya tenido sus momentos oscuros».
También expresó: «Esos momentos oscuros arrojan la luz en un claro resplandor, ya sabes, y me han hecho estar agradecido por cada día e inmensamente agradecido por todos mis amigos. Simplemente contento de estar vivo».
Neill afirmó escribir sus memorias fue una especie de terapia, desde que le diagnosticaron cáncer de sangre el año pasado y tuvo que parar por completo de trabajar. «Me salvó la vida, porque no podría haber pasado por eso sin nada que hacer», señalaba el actor.
«Nunca tuve intención de escribir un libro. Pero a medida que avanzaba y seguía escribiendo, me di cuenta de que en realidad me estaba dando una especie de razón para vivir y me iba a la cama pensando: ‘Mañana escribiré sobre eso… eso me entretendrá'», explicó.